RIOPAR - LA VEGALLERA, Paraiso del ciclismo

Como estamos de vacaciones algunos, pues hoy hemos quedado en hacer algo de puertecitos con la flaca en la Sierra de Alcaráz, concretamente nos hemos juntado 4 Mancha Power (El Gómez, Manolejo, El Juli y Martínez) y un gran amigo que no lo esperaba, Pedro Sospiria de Madrid-Socuellamos.

A eso de las 8:30 hemos empezado en recorrido desde el Balneario que hay un poco más delante de Riolid, dirección al puerto del Crucetas, primeras rampas a un ritmo tranquilo, comentarios, anécdotas, historietas, pero al poco, en el rampón que hay al paso de el pueblo El Salobre, de repente nos hemos callado todos ¿Por qué será?, a partir de aquí El Juli ha puesto un ritmo constante y exponencial, al que en principio todos les respondíamos, pero al poco compruebo que algo no va bien, no paso de 140 ppm. Y con un dolor de patas que no veas, conclusión “voy más quemao que la oreja de Niki Laura”, cansancio acumulado de no parar en todas las vacaciones, y eso, la sierra no te lo perdona, total, que tengo que hacer cambio de estrategia, ósea, aguantar y sufrir como un perro, bueno tampoco difiere mucho de las otras estrategias, jeje.

Pedro (Sospiria)

Vamos al tema, veo como el cuartelo se distancia cada vez más y pierdo referencias visuales, yo a mi tran, tran, sin prisa, pero sin pausa, llego a la parte final del puerto, donde El Juli, Pedro y Manolejo bajan a por mí en el ultimo km. Bajada rápida como es normal hacia Riopar, lo cruzamos y en las zonas semillanas voy cortando en la grupeta para empezar a cometer el segundo puerto del día, El Peralejo, nuevamente, al poco me quedo cortado como mis dolorcillos de patejas y veo que consigo mover algo más de cadencia y llevar a las 150 ppm. síntoma de que las piernas empiezan a entrar en calor, este puerto es muy rápido, medias del 5%, al poco, nuevamente coronamos con la ayuda en el últimos km. de El Juli.

Bajamos en dirección a Fuente La Higuera, me pongo a tirar de la grupeta y donde antes de llevar hay una rampa que he puesto la bici a 79 km/h. Uffff, que miedo dios mío si se revienta una rueda. Llegamos al cruce de Molinicos y aquí entre El Juli y yo hemos cometido un error y hemos tomado en dirección a Ayna, donde a los 6 km. hemos vuelto para atrás y hemos cogido el buen camino, dirección a La Pinilla, subida pestosa y la cruzamos donde iniciamos una baja preciosa en dirección a Los Alejos, cruzamos de nuevo el Rio Mundo y empieza el tercer puerto del día, El Alto La Vegallera, pasando por La Alfera, con una media constante entre el 7-8%, menos mal que hay muchas sombras y algo de aire fresco, pero este puerto pone a cada uno en su sitio, yo personalmente el peor del día, eso sí, tranquilo y precioso, incluso tiene una fuente para coger agua y refrescarse antes de terminar.

Bajamos parte de este puerto y entramos en una zona de subideja hacia La Vegallera, aquí es donde por fin empiezo a oír de los demás los primeros síntomas de cansancio, cosa que me alegro ya que eso implica una bajada del ritmo en las subidas, pero cuál es mi sorpresa que en la subida de la salida de La Vegallera, El Gómez se ha marcado un esfuerzo que ha descolgado a Manolejo y a Pedro, incluso El Juli se ha quedado a pocos metros de mi, así, hasta llevar arriba.  Bajada en dirección a la Cañada del Provencio, y nueva subida que a estas alturas, ya la hacemos toda juntos, bueno, en la parte final, El Juli y El Gomez dicen que van pre-pájara, lo pasan muy mal, menos mal que es corto y al poco de nuevo hacia abajo dirección a El Lugar Nuevo,  vamos recuperando fuerzas en la bajada y al poco de nuevo llegamos a El Laminador y giramos a derechas para llegar a Riopar.

El Juli me dice que quiere una Coca-Cola si o si, por tanto, decidimos parar y el Rte. Los Bronces y saludar a nuestro gran amigos Alfonso. Nos tomamos los refrescos y nos deleitamos la vista con lo que pasaba alrededor nuestro, Gómez dice que es lo que necesitaba para recuperarse.

Sin tardar mucho, volvemos a montar, cruzamos Riopar y encaramos el puerto del Crucetas, pero esta vez por la cara corta pero más dura, rampas del 10% y que con el cansancio acumulado más el calor, hace que apuremos todo lo que llevamos dentro. Por delante se han ido tres y queda por delante mía Gómez a unos 100 mts. Pero nada más coronar, se lanza como un verdadero camicace y yo detrás a ver si lo pillo, poco a poco voy recortándole algunos metros, pero el baja mucho mejor que yo, al poco veo a Pedro que ha parado a coger agua a una fuente, aquí me da un relevo a su rueda y nos echamos encima de Gómez en un momento, donde al llegar a su altura, Pedro a pegado un sprint con la idea de dejarlo clavado, yo a su rueda sin decir ni mu,  pero ha conseguido cogernos rueda, eso sí, emplearse bien a fondo. Al poco nos reagrupamos todos en una fuente para coger agua y continuamos bajando, para llegar a la ultima tachuela del día, el rampón de El Salobre, aquí he metido todo lo que tenía en las piernas y donde he conseguido darle la puntilla al Gómez, sé que esto me costará caro en un futuro, y que tarde o temprano me arrepentiré de hacerlo, pero no he podido reprimir las ansias, jeje.

Con esto llegamos al balneario, donde después de cambiarnos y lavarnos como los gatos, hemos pasado a la cafetería y nos hemos re-hidratado como dios quiere y manda.

Una mañana más disfrutando de la bici, con unos amigos inmejorables, en un entrono espectacular para hacer ciclismo, vamos, como suelo decir “que dure esto muchos años.”

Crónica by Martínez