lunes, 3 de octubre de 2011

21 Prueba Circuito Albacete - V Marcha Btt IRONMANCHUELA 2011 - CASAS IBAÑEZ

Crónica by Martínez

Desde el momento que termine el Circuito de Cuenca, tenia ganas de volver a mi añorado Circuito de Albacete, donde tengo muchos amigos olvidados, y donde mejor sitio para reaparecer que en la archiconocida IRONMANCHUELA (CansasCity-Casas Ibañez), corazón del más puro mountanbike.

No solo por la privilegiada zona que le ofrece la naturaleza por el paso del río Cabriel y la sierra que le rodea, sino porque tienen en su núcleo organizativo a gente que vive y entiende el mountanbike en su estado puro, y eso se nota, y eso la sabemos casi todos los que llevamos varios años en este mundo, por eso, no dude lo más mínimo de volver a visitar a los Manchuelos.

Esta vez que mi compañero Manolejo no me acompaña ya que se toma un más que merecido descanso tras 4 semanas consecutivas de competiciones, por ello, me tengo que hacer valiente para afrontar un madrugón de narices, ya que tengo por delante 1:30 de viaje, más el tener que estar antes de las 8:30 en los “corralitos”.

Mañana algo fresca, normal por las fechas en la que estamos, lo cual nos hace elegir los manguitos como opción más acerada y protegerse de dicho frescor. Una vez preparado todo lo necesario, tanto de vestimenta como de bicicleta, nos vamos hacia el control de firmas, acreditarse y recoger el regalo, mientras, un continuo saludar a viejos conocidos, donde el comentario más utilizado era “Hombre, Martínez, ya has vuelto por Albacete …”

Como disponía de un margen de 30 minutos, decido hacer un calentamiento de 15 minutos por las afueras de la población, y una vez entrado en calor, me coloco detrás del ya abarrotado corralito. Pero, las gestiones previas que hice con la organización dieron sus frutos, ya que al poco se acerco el gran Indurator (Edu) y me dice que me vaya con él, que me ha conseguido un sitio como invitado en la zona VIP de salida. La verdad que tengo mucho que agradecer por ese detalle, ya que, en cierto modo me siento el menos indicado para recibir tal privilegio, pero, nunca hay que despreciar un detalle como este.

Lo que si tengo que decir, es que por primera vez en mi vida en este mundo, he sentido el sordo e inquietante sonido de la previa a una salida, el ambiente se cortaba con cuchillos, nadie dice ni mu, todos muy concentrados, todos muy serios, todos muy pendientes de lo que les viene encima, y eso, te da tal respeto, que te sientes literalmente un estorbo.

El speaker empieza la cuenta atrás, (nos persignamos), en tres, dos, uno, disparo de salida, un par de metros a pie, nos subimos y empezamos a lanzar la bici, la gente mete presión por todos lados, procuro mantener la posición, giros de calles y salimos a un carreterin donde oigo (pero no veo), a gente mencionarme “Mira por donde va Martínez”, pero la concentración es tal, que no le prestó atención. Al poco giramos a izquierdas y entramos en camino, mucho polvo, mucha tensión, la gente aprovecha el más mínimo hueco para meter codo y adelantar unas posiciones, de hecho voy perdiendo algunas, pero hoy no es mi objetivo primordial el defender una posición, sino más bien, llegar sano y salvo en la medida de lo posible.

Al poco entramos de cabeza hacia abajo lanzados como misiles por una pista ancha, a pocos metros de mi, un biker cae al suelo, yo sin problemas paso ya que me pilla fuera de su zona.  Frenazos en giros bruscos derrapando, el terreno está muy suelto, hay que prestar máxima atención. Con esto llegamos abajo y después de varios toboganes, encontramos el primer tapón del día, hay que cruzar un pequeño riachuelo por un paso estrecho, bajamos y aquí se pierde algo de tiempo, conseguimos subir y al poco afrontamos la primera subida dura del día, el Pinar de San Vicente, la aglomeración de bikers, más el terreno suelto, hace que la gente no pueda mantener la tracción y nuevo tapón, unos minutos a pie hasta que conseguimos montar de nuevo y todos, en fila de a uno, conseguimos llegar sin darse uno cuenta a lo más alto, donde el publico allí presente se volcaba en ánimos y gritos de apoyo.

Una vez arriba, inmediatamente hacia abajo, por pista con muchos regueros, cuidado con las trazadas, toboganes divertidos,  subidas cortas pero duras, hay que tratar la cadena muy bien, ya que son sitios propicios a romper.
A partir de aquí entramos en una zona digamos de diversión controlada, ya que se unen trialares muy técnicas con subidas cortas y lo mejor, una larga senda al lado del rio (Senda del Ratón) donde la vegetación y el rio hace que te sientas por unos momentos, unido a tu propio “yo”, lo que ves, lo que oyes (las pulsaciones de tú corazón) y el jalear de tu garganta, nada más.  Sinceramente, eso no tiene precio.

Después de unos kmts. por caminos y pistas, donde el plato grande hace acto de presencia, afrontamos la segunda subida del día, se me hace más corta de lo que creía, y como es normal, todo lo que sube, baja, nueva zona de trialeras, escalones, curvas cerradas, posos imposibles donde es obligados poner pie, toboganes, saltos, y como no, algún susto que otro, que nos recuerdan que al día siguiente hay que trabajar.
Parte final de la ruta, subida dura y larga, primero por senda muy técnica, por el terreno tan roto, y en la parte final, salida a un carreterin de asfalto, aquí hay que pillar rápidamente una buena rueda, y eso hago, lo malo que algunas ruedas te sacan de punto, y así ha sido, no he conseguido mantenerme unido a esa grupeta y en lo más duro, he cedido algunos mts. cosa que me ha sido imposible recortar una vez llegado a los llanos en dirección a la población.

Pero por suerte, por detrás me pasa un biker de corazón joven, un chaval que iva como una moto, consigo ponerme a su rueda, no sin un gran esfuerzo, pero estabilizo las pulsaciones y mientras tanto, vamos cazando “cadáveres”, le ofrezco un relevo y al poco, la sabia que lleva dentro la juventud hace intentar descolgarme para quitarme del medio,  pero no lo ha conseguido, por tanto, no me fio a partir de ese momento.

Entramos en la población y encaramos la ultima calle en dirección a la meta, pasamos volando a un bikers y vamos lanzados  al sprint, el chaval primero lo lanza, la juventud siempre actúa así, consigo aguantar el ataque, e incluso veo que llevo fuerzas para pasarlo, lo intento y el chaval se viene literalmente abajo en el momento que me ha visto en paralelo, entrando delante sin problemas.

Después, una vez recuperado cuerpo y alma, me voy hacia la plaza de toros donde estaba el avituallamiento y los amigos donde entramos en una fase de comunicación ritual,  primero los resultados, después las comparaciones, a continuación las sensaciones y terminando con los proyectos de futuro, claro que entre todo eso, la cerveza con limón es el vinculo que nos une a todos.

Ducha fresquita, ropa limpia y pa’casa para llegar a una hora prudente y comer con la familia.

Cuando terminas de escribir esto, empiezas a pensar en “¿Cuando es la próxima….?”







No hay comentarios:

Publicar un comentario