Durante el viaje, el termómetro del coche marcaba la no despreciable temperatura de 38ºC, por lo que nos preocupaba correr a las 18:00 de la tarde con esas temperaturas. Pero no hay condición climática que encoja a un Mancha Power, al igual que en invierno los grados negativos no son nunca escusa para salir, hoy los positivos no serían menos, por tanto, una vez que hemos llegado al pueblo y hemos visto el ambiente festivo y deportivo que se respiraba, el calor a pasado a un segundo plano.
Una vez que nos hemos inscrito y corroborado el nivel que había con nuestro gran amigo y local Miguel Ángel, nos hemos ido al coche a vestirnos de romanos pensando de que la tarde pintaba mal en lo deportivo, pero le digo al Juli, vamos a disfrutar que para eso siempre se viene, lo demás, es secundario. Tengo que dar las gracias nuevamente a Miguel Angel de Montalbanejo, en este caso, por prestarle el casco al Juli, las prisas de la juventud nunca son buenas, pero esta perdonado, estamos en fiestas.
Bueno pues, saludamos a viejos conocidos tanto del circuito de Cuenca, como al mismísimo Pulebielas del Quintanar (los viejos roqueros nunca mueren), nos colocamos debajo del arco de salida y empieza la fiesta.
Este año se trata de un circuito de 34 km. en forma de 8, donde se va inicialmente a la sierra de los pinos, vuelta a pueblo con su clásica subida del cementerio (18%) y un segundo bucle por una zona de monte pedregoso y muy rompepiernas.
Salida controlada por las calles del pueblo y la cuesta abajo para evitar accidentes (muy acertada), una vez en los llanos, el quark acelera y empieza los primeros conatos para abrir huecos, pero el aire muy fuerte de cara hacia mantener un pelotón de 20 bikers unidos, así hasta que se ha llegado a la primera subida donde como es previsible, la ley de la gravedad colocada a cada uno en su sitio, el Juli veo que se va con la grupeta de cabeza, yo reculo y mantengo posiciones, pero una vez superada la dura subida, empiezo a cazar bikers, poco a poco voy avanzando, y sin darme cuenta estamos en la antena de lo más alto de la sierra, el calor y las pulsaciones son muy altas, intento estabilizar cuerpo y alma a rueda de un chaval. Con esto, empezamos los descensos, con caminos muy pedregosos y con V’s rompepiernas que hacían pasar el plato grande al pequeño en decimas de segundo. En una de estas, llega la primera decepción de la tarde, El juli lo veo rueda en mano (reventón) me dice que iva entre los 3 primeros, jolines, que decepción para el chaval, pero que le vamos hacer, son gajes del oficio.
Continuo a rueda del chaval pero en una de las bajadas le adelanto y con estas salimos a los llanos para volver a pueblo, le digo que tenemos que trabajar a relevos, inicialmente me da uno, pero al poco veo que no me habla y al poco se descuelga, me quedo en tierra de nadie, levanto al vista y veo delante una pareja de bikers, uno de ellos con maillot amarillo, ese tiene que ser mi gran amigo Miguel Ortega de Mota del Cuervo, un biker al cual le he dicho más de una vez que me da vergüenza ir a su nivel, ya que se trata de un deportista fuera serie, pero penalizado por llevar una bicicleta de hierro, si, si, férrica, bueno, este año ha avanzado, ya que ha cambiado los frenos cantiléver por de disco, y una suspensión con un recorrido de 4 cm. la verdad que es un gran avance, ¿verdad?
Con estas, llegamos a la mitica subida del cementerio, una subida de 500 mts. con un 10% terminando en un 18%, pero que con el publico volcado y animando a ambos lados, hace que se termine antes de lo previsto e iniciemos el segundo bucle. Por cierto, recuerdo que Miguel Ángel me vocea y me dice, Martínez, creo que vas 3º Máster 40, jolines, voy en zona de pódium, no me lo puedo creer.
Prácticamente las distancias están invariables, estamos en tierra de nadie, Miguel de Mota esta inalcanzable a más de 1:30 y por detrás nadie al menos de 2:00, por tanto, y sin querer bajas ritmo y das por bueno el mantener posición y ritmo. Zonas de monte bajo, pedregoso, rampones duros pero cortos, zonas de monte con senda contra peraltada y al poco encaramos hacia el pueblo, donde entramos entre aplausos del innumerable publico que llenaba los ambos lados de la calle principal.
Entramos y me dan el ticket del tiempo, mira la clasificación y…. sorpresa, 4º en Master 40, y 11º de la general, pero quien se ha metido que no lo tenía controlado, pues ni más ni menos que nuestro gran amigo Jesús Díaz Miguel de Alcázar de San Juan, ni lo vi antes, durante ni después de la prueba, pero en cualquier caso, fue una sorpresa para mí y desde aquí darle la enhorabuena porque entro delante un campeón Master del Circuito de Cuenca, de Alberto Martin Escribano del BMW.
Pues nada, me dirijo a la zona de camillas donde están los fisioterapias dando masajes y veo en la camilla al Juli, donde el chaval tiene una cara de decepción que no veas, pero me ha prometido que se va a comprar unas ruedas tubuless lo antes posible, haber si es verdad.
Me doy también un más que necesario masaje, nos hidratamos, cogemos nuestra bolsa de regalos y de vuelta al pueblo, personalmente con un buen sabor de boca, ya que he dado todo lo que tenia, he estado a la altura de las circunstancias y lo más importante, me lo he pasado pipa.
Crónica by Martínez
Crónica personal de Julio Garcia Honrrado 1º Master 30
Clasificación general y por categorías
Muy buena crónica como siempre maestro, y al Juli que no se preocupe que ya tendrá mejor suerte en la próxima.
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